La inspección preoperacional es la clave para garantizar el buen funcionamiento y rendimiento de tus montacargas. Este procedimiento es muy sencillo y consta de los siguientes pasos:
Antes de encender el motor:
- Verificar los niveles de los fluidos: hidrolina, agua, líquido de frenos y combustible.
- Revisar el correcto estado de los componentes:
- Llantas: No deben hacer mordeduras, rajaduras y/o desgaste excesivo.
- Cadenas: La tensión y lubricación debe ser la correcta.
- Mástil: No debe presentar rajaduras o falta de lubricación.
- Cuchillas: No deben tener rajaduras.
- Las válvulas, acoples, mangueras deben estar bien ubicadas y fijadas.
- Limpieza de filtro de aire: esto debe hacerse a diario.
Después de encender el motor:
- Revisar que no hayan fugas. No debe percibirse olor a gas, charcos o goteos.
- Verificar el correcta respuesta del equipo:
Movimiento y tracción: Avanzar, retroceder, frenar sin mayor dificultad. A su vez, el mástil debe poder subirse, bajarse e inquinarse. Además, las luces, sirena y demás accesorios deben estar operativos.
¡Recuerda! Si al realizar este procedimiento de rutina, se encuentra algún problema, no se debes usar el montacargas. Así evitarás que las condiciones del espacio pongan en riesgo a tu personal, al vehículo y a la carga.
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